"¡No te cuelas en las colas! ¡No vendes drogas! ¡No abusas de niños pequeños! ¡No te aprovechas de la miseria de los demás! ¡Las reglas se establecieron hace mucho tiempo! ¡No cambian!"
Frank es un señor medianamente feliz que vive con su mujer. Los mejores
momentos de su vida son dos: el día de su boda y el día que le dijo a un
poli algo así como "¡El ladrón se fue por allí!" justo después de ver
huir a un caco. Ha hecho un dibujo de cada uno de esos momentos y los
tiene pegados en la pared de su habitación. Los mira para sentirse
feliz, pero como su mujer le dice que las manos de sus dibujos son
demasiado grandes, coge el Tippex™, las borra y dibuja unas nuevas mucho
más pequeñas, lo cual le hace aun más feliz porque es lo que ella
quiere. Ella, por cierto, es drogadicta, y le abandona a los diez
minutos de película por un traficante de drogas. Entonces Frank llora y
le pregunta a Dios por qué todo es tan injusto, y Dios responde con
tentáculos gigantes, porque Frank, desde pequeño, ha tenido visiones.
Esto, señores, es triste, así que Frank se viste de rojo y sale a la
calle a abrir cabezas con su llave inglesa basándose en un tipo de
justicia inocente y muy violenta.
Hay películas, de vez en cuando, que te hacen muy feliz. Quizás no sean
las mejores ni las más originales, pero cuando acaban estás super
contento. Me ha pasado con Super, y no me lo esperaba, la verdad. Sabía
que era la típica historia de persona normal que un buen día decide
disfrazarse y combatir el crimen, y sabía que tenía algo de comedia, de
sangre y que salían el tipo de The Office y Ellen Page. De lo demás no
tenía ni idea, y joder, al final no me podía creer que estuviera viendo
algo tan genial.
"¡No me pegue! ¡La culpa es suya por ir provocando!" |
La peli empieza bien, pero rara, conocemos a Frank y su patética vida, sus visiones, su trabajo y cómo de repente decide disfrazarse para combatir el mal. Todo esto se cuenta de manera que entiendas lo infeliz que llega a ser este pobre señor, y a partir de ahí, lo mejor son los actos heroicos que se marca Crimson Bolt, su alter ego enmascarado. Hay algo muy interesante en como Frank imparte justicia, lo cruel y violento que es. Da igual que seas un ladrón o un pedófilo, Crimson Bolt va a reventarte la cabeza igualmente, y lo va a hacer con saña, para que no se te olvide. Igual soy un sádico hijo de puta, pero conforme la peli avanzaba y el prota mandaba gente al hospital, mejor me caia Frank y más me gustaba su cruzada contra el mal.
Algo adorable de esta peli es su incorrección política, lo bestia que es. Mientras la ves no hay ningún momento que pienses "Vaya, aquí el director se ha cortado", si no todo lo contrario. Es curioso ver como el héroe no tiene compasión en casi ningún momento, y sin embargo se le coge cariño porque es muy buena persona. El resto de señores y señoras que pululan por la peli también son o muy majos o muy hijos de puta, pero lo hacen genial, sobre todo esa señorita que rueda una peli comercial por cada cincuenta independientes, Ellen Page. Se le da de perlas el papel de sicótica descontrolada, algo que no te esperas cuando la ves por primera vez de dependienta en una tienda de cómics. Sin embargo, desde que irrumpe en la vida de Frank todo mejora, la historia se vuelve más interesante y caótica, Ellen hace de friki trastornada, cruel y violenta, nada de la bondad de Frank, y el caso es que lo clava.
BOOM!!! |
Así, entre paliza y paliza, la trama avanza, y llega a un climax final que como he dicho no se corta un pelo con nada, es sangriento, dramático y emocionante, pero todo termina con una escena super tierna que mientras la veía no podía parar de pensar en que hacía cinco minutos todo eran muertes y explosiones. Una peli preciosa, la verdad.
Tenía esperanzas de que llegara a españa, pero supongo que no xD
ResponderEliminarSí, ya, y que la doblen. Y que con la entrada te regalen un unicornio. Y que te nombren jinete de dragón.
EliminarNo, no va a llegar nunca xD